La plena y la bomba son las formas musicales tradicionales características de Puerto Rico. La plena, originalmente es un género narrativo, que se utilizó para difundir noticias o hechos relevantes para la comunidad.
La plena se basa en un ritmo que es el resultado de la combinación del sonido de tres tambores de mano o panderetas, que reciben el nombre de seguidor, punteador y requinto. A estos tambores se agrega el sonido de un güiro, una voz solista y coros, y algunas veces, también se tocan instrumentos de cuerda como el cuatro puertorriqueño y la guitarra.
Como ejemplo de este género, podrás escuchar dos décimas escritas especialmente para este módulo de música. La décima espinela es uno de las formas poéticas que más rigor exigen para el versador. El género debe su nombre a su creador, Vicente de Espinel, poeta y músico español del Siglo de Oro -período comprendido entre finales del siglo XVI y principios del siglo XVII- que es considerado el momento de mayor esplendor de la literatura ibérica.
La décima, como forma poética, refleja el ideal estético de la época en que fue creado, caracterizado por la complejidad y la densidad de la forma. La estructura de la décima se basa en una sucesión de versos de ocho sílabas (versos octosílabos) cuya rima debe seguir el siguiente modelo: el primer verso rima con el cuarto y el quinto, el segundo con el tercero, el sexto con el séptimo y el décimo y el octavo con el noveno (ABBAA CCDDC).
La décima se extendió en América Latina no sólo entre poetas tan ilustres como Sor Juana Inés de la Cruz, sino entre versadores populares de todas las regiones del continente. A pesar de lo complejo de la forma, la décima se utiliza en las ocasiones musicales tradicionales ¡para improvisar!
En muchos lugares de América Latina, como en Puerto Rico se celebran festivales regionales de decimistas; en donde los trovadores demuestran su destreza y su talento. En cada país, la décima se canta empleando algún género musical tradicional. En Puerto Rico, la décima se canta a ritmo de plena.