El bailecito es
un género característico
de la región andina, en la zona compartida entre Argentina
y Bolivia, y es el resultado de la mezcla de tradiciones musicales
y dancísticas indígenas y europeas. Tradicionalmente,
la coreografía del bailecito boliviano se estructura en
tres partes, a las que corresponden tres variaciones musicales
del tema principal.
El bailecito es
un subgénero de música
andina que generalmente se toca con instrumentos característicos
de la región, como el charango, la quena, la zampoña,
el rondador y el bombo, entre otros. Algunos bailecitos se cantan
en quechua, aunque la mayoría de los bailecitos más
conocidos fuera de la región andina se cantan en español.
Quizás la versión más conocida de “Casi,
casi” es la interpretada por Víctor Jara, uno de los
trovadores latinoamericanos más importantes en la historia
de la música popular latinoamericana. Víctor Jara
fue un compositor popular chileno que dedicó su vida a crear
canciones que denunciaban la injusticia y la opresión que
sufre la gente de América Latina. También se interesó por
conocer y difundir la música tradicional de América
Latina. “Casi, casi” es un ejemplo del repertorio tradicional
de este trovador.
El 11 de septiembre de 1973, el día del golpe de Estado en Chile, Víctor Jara, junto con miles de jóvenes y estudiantes, fue llevado a un estadio que servía como centro de detención. Allí los militares lo interrogaron, lo torturaron cruelmente, y finalmente, le aplastaron las manos. Minutos antes de sufrir su tormento, Jara alcanzó a escribir en un trozo de papel algunas líneas de una canción que quedó inconclusa. El cuerpo de Víctor Jara fue encontrado días después, abandonado, en las afueras de Santiago. Las canciones políticas de Jara, y su martirio, se convirtieron en símbolo de la lucha contra la represión y la falta de libertad de expresión.